Al contemplar las obras de Juan, podríamos pensar que utilizó para realizarlas un técnica artística tradicional, como el acrílico, la tempera o el óleo. Sin embargo sabemos que no es así. Sentado frente a un monitor, se ha valido del mouse, del teclado, el lápiz óptico, el escáner, instrumentos mediante los cuales impartió a su computadora la órdenes, para ejecutar los cuadros.
Juan Chapar, comenzó a experimentar con la computadora, luego de pintar con óleos acrílicos y tintas. Descubrió entonces, que estaba ante un instrumento capaz de asociarse a su trabajo creador y aún potenciarlo. Un buen programa de pintura, -Soft es su nombre técnico-, le brinda ilimitadas posibilidades, desde elegir el grosor de los lápices , hasta optar entre 16 millones de colores; en todo caso el único límite lo pone su imaginación. Admirador de Escher, de Chirico, Klimt, Magritte y Dalí; a la hora de hablar sobre su trabajo, lejos de lo que podría esperarse, sólo expone razones poéticas.
Evoca los momentos en que sueña despierto, el paisaje de río de la Plata que contempla desde su ventana, los reflejos naranja sobre el cielo de invierno, los manglares, esos árboles del mar y de la tierra... Y este universo poético - su otra casa -, como gusta llamarlo citando a Bioy Casares, se despliega en sus obras.
Ignacio Gutiérrez Zaldivar |
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